everyday counts

viernes, 23 de diciembre de 2011

Tengo que confesar..

Tengo que confesar que, a veces, aún me cuesta. Me hice mucho daño y dejé que me lo hicieran. Aún pienso en esa maldita página web que me encerraba, desde donde miraba el mundo pasivamente, como si todo lo que sucedía fuera ajeno a mí. No entiendo cómo pude desprenderme tanto de mi vida, me movía cuál autómata. Recuerdo muchos días grises, aguantándome las ganas de llorar, sintiéndome sola aún teniendo a gente que em rodeara. Estaba atrapada en una farsa. Llegué a considerar chicas enfermas escondidas tras URLs mi verdadero apoyo, cuando no eran nada más que palabras insanas que me adentraban aún más en la miseria. Podría llenar páginas y páginas hablando de ello, pero basta.

Hoy soy fuerte gracias a ello y me enorgullezco de mí misma. Y esto último, por mucho que me sorprenda, lo estoy diciendo yo. Sí, yo que no daba un duro por mi misma y ahora estoy descubriendo las cosas bonitas que guardo dentro. Yo que me volví hermética y cada día lucho por cambiarlo. Yo, que estoy desarrollando una actitud que me encanta frente a la vida.

Hay muchas formas de tomarse la vida, y ya malgasté años haciéndolo de la forma incorrecta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario